Detrás de esta planta de poderoso olor se esconde toda una serie de reminiscencias mágicas y rituales que ha otorgado a la ruda aires de esoterismo clandestino. Muchos la siguen considerando prohibida por los efectos nocivos que conllevaría una ingestión superior a la recomendada. La mitificación de esta hierba se fundamenta en sus propiedades, unas buenas para el organismo y otras peligrosas e incluso mortales.
Nombre científico: Ruta graveolens
Nombre/s comunes: Ruda
Origen: Europa Meridional
Familia: Rutáceas
CARACTERISTICAS:
Hojas: Son de color verde amarillento, de carácter alterno, carnosas y están exentas de vello.
Flores: Tienen pelitos minúsculos y son de color amarillo, de tamaño pequeño, con cuatro pétalos ondulados de forma cóncava y racimos en los extremos. Son alternas, compuestas por varios segmentos de los cuales los laterales son alargados y el terminal ovalado o blanquecino.
Tallo: Es fuerte y erecto, y va engrosando con el tiempo hasta generar nuevos vástagos que alcanzan entre 40 y 60 cm de altura.
Estilo: Se la considera una planta vivaz que va adquiriendo un aspecto leñoso a medida que crecen sus dimensiones.
Altura: Puede alcanzar alturas de entre 70 cm y un metro.
CUIDADO:
Siembra: Basta con sembrar dos ejemplares para proveerse de esta planta. Se cultiva mediante semillas plantadas en primavera o en verano con esquejes leñosos, a 2 o 3 cm de profundidad, y la germinación tiene lugar a las tres semanas.
Abono: Crece en suelos pobres y secos, por lo que bastará con agregar un poco de compost o materia orgánica en el sustrato.
Riego: A la hora de regar, es importante que no abusemos del agua puesto que una humedad excesiva no la favorece. Con un par de riegos por semana bastará.
Luz: Se desarrolla al sol o en semisombra.
Temperatura: En terrenos de clima frío o con mucho viento hay que protegerla.
Poda: es recomendable hacerlo en invierno, reduciéndola a unos 10 cm sobre el suelo para evitar el alargamiento excesivo de la misma.
Sustrato: En nuestros días es fácil encontrarla en tierras sin cultivo, pues no requiere condiciones especiales de cosecha. Las áreas preferidas para su desarrollo son los terrenos soleados y secos, pudiendo también cultivarse bien en semisombra. En cuanto a las condiciones, se prefieren los de carácter ligero y que sean permeables.
Trasplante: Hay que trasladar la planta al terreno preparado para ello una vez que empiecen a crecer las plántulas.
Multiplicación: Para su multiplicación, se emplean semillas, plantándolas en abril.
Floración: Las estaciones en las que florece son la primavera y el verano, concretamente entre los meses de mayo y julio, siendo el mes de agosto el más propicio para su recolección.
Plagas y enfermedades: La falta de riego puede provocar el ataque de la mosca blanca o la aparición de ácaros.
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